La coordinadora del programa “Fortalecimiento de las organizaciones” licenciada Verónica Martínez, comentó sobre la importancia de estos espacios para la Universidad y para la comunidad en la que está inserta.

En el marco del cierre de actividades del programa “Fortalecimiento de las organizaciones”, propuestas por el Instituto de Extensión, a cargo del director Omar Barberis, y  llevadas a cabo por el equipo de trabajo de Dirección de Desarrollo Social y Cultural, a cargo de la licenciada Adriana Rochetti, la coordinadora del proyecto, Verónica Martínez, se refirió a la importancia de este tipo de abordajes.

“El programa intenta ofrecer talleres similares a los que se dan en la sede del Instituto de Extensión, pero en otros espacios de la ciudad de Villa María y Villa Nueva”, comentó Martínez. Además agregó que “el objetivo de los talleres es fortalecer la demanda social que proviene de las organizaciones o instituciones que atienden problemáticas diversas en poblaciones vulneradas”.

Cabe destacar que los proyectos se iniciaron en 2012 y es desde ese año el Instituto ha trabajado en Centros Comunitarios del barrio Las Playas, La Calera, San Nicolás, Los Olmos, y también en el Centro Educativo de Nivel Medio de Adultos (CENMA), Extensión Áulica Anexo Cencar en Villa Nueva. Además, “se realizan algunas actividades o acciones esporádicas, pero planificadas, que se constituyen como intervenciones artísticas y educativas como pintar un mural, visitas a museos, recorridos por el Campus de nuestra Universidad, presentaciones de danzas y canto, por ejemplo”, mencionó Martínez.

Asimismo, expresó la importancia de este programa: “estos espacios son muy genuinos y aportan valor cultural a lo que se hace, un valor social incalculable”.  También añadió: “El proyecto se constituye en uno de los eslabones fundamentales de la extensión y que la universidad pública, de algún modo, habilite esos espacios donde se comparten experiencias grupales, valores, intercambios intergeneracionales, entre tantas cosas, eso tiene un valor cultural importante, pero además les deja algo a los actores sociales que participan, algo queda de todo eso y ahí está la transformación social que estamos proyectando”.

Por su parte, este año el programa se constituyó de dos talleres anuales, el de música y el de fotografía estenopeica. Por un lado, el taller de música se llevó a cabo en la Copa de leche, “Un rayito de esperanza”, dictado por el profesor Federico López Gaviola y la licenciada Julieta Dellarole, donde concurrieron niños y niñas de 5 a 15 años.

“Es el primer año de este taller y comenzó ofreciendo música y canto, la idea era cantar, vocalizar, tratar de ofrecer una variedad de actividades vinculadas a la expresión artística a través del juego y fue transformándose”, comentó Martínez. Asimismo, “el merendero tenía instrumentos de percusión que no usaban, algunos estaban dañados, y a mitad de año, el taller de música dio un giro, se propusieron recuperarlos y por eso hoy además de cantar, tocan, se transformó en una mini batucada” expresó la coordinadora. El mismo finalizó a comienzos de diciembre, donde estuvo como invitado el taller de percusión y música brasilera, Roda de Samba.

En tanto el taller Audiovisual de Fotografía Estenopeica, a cargo del licenciado Emiliano Lavezzini, se dictó en el CENMA, Extensión Áulica Anexo Cencar en Villa Nueva. “Es el cuarto año que está, este año los alumnos hicieron sus propias cámaras, las diseñaron, las construyeron y tomaron sus propias fotografías,  otros años hacían animación o cortos audiovisuales” mencionó la licenciada. Cabe destacar que estuvo dirigido a estudiantes de segundo año, del Centro Educativo y finalizó con una muestra, a mediados de diciembre, con entrega de certificados.

Por último, el programa cuenta con un Ciclo de Intervención Cultural, “lo llamamos así porque no vamos todas las semanas, sino cada 15 días”, contó Verónica. Está a cargo del profesor José Maldonado en el geriátrico Viejos Amigos, “José es profesor de tango, pero en su tarea en el ciclo de intervenciones, propone shows de tango, cuarteto, cumbia, todo lo que le piden”, agregó la licenciada. “Es una experiencia novedosa que estamos implementando este año y con buenos resultados, hay mucho entusiasmo por parte de la institución y de quienes están viviendo en ella, es el resultado de un proceso de encuentros con esta población que de alguna manera se siente muy a gusto con música y baile de otro tiempo” concluyó.

El ciclo finalizó los primeros días de diciembre en el Geriátrico Santa Sofía, con la presencia del director del Instituto Omar Barberis, la coordinadora del Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones, Verónica Martínez y responsables del establecimiento.

Durante el verano el programa continúa con dos talleres, por una lado el Taller de Cuentos y Canciones “La Oreja Viva” coordinado por Mauro Guzmán y Rocío Heredia en la Copa de Leche “Un rayito de Esperanza”. Y, por otro lado, en el Instituto se dictarán clases de Educación Física, a cargo de la profesora Ailin Lugo. Además, José Maldonado estará a cargo de “Milongas a cielo abierto” que consiste en presentaciones al aire libre en espacios públicos de la ciudad, de manera gratuita.