La resistencia

Y un día el mundo se detuvo por una pandemia pero nosotras no dejamos de pintar, de soñar, de pensar que hay mundos imaginarios más reales que el mundo real.

Y un día el mundo se detuvo por una pandemia pero nosotras nos conectamos de todas las formas posibles e imposibles para compartir las imágenes de nuestro arte, de nuestra vida cotidiana en un aislamiento lleno de pinceles y lápices de colores, de pasteles y óleos, de papeles de color y crayones.

Y un día el mundo se detuvo por una pandemia pero nosotras recibimos todo el apoyo de nuestros hijxs y nietxs enseñándonos a mandar una foto con el celu, a hacer una videollamada para consultar sobre una pincelada o una técnica de aguadas, a googlear buscando un pintor o un movimiento de arte.

Y un día el mundo se detuvo por una pandemia pero nosotras nos reímos en la cocina de nuestra casa con los comentarios de nuestra familia sobre nuestro último cuadro, ellxs también se hicieron críticos de arte, también se ocuparon de sacar una buena foto para que nos luciéramos con nuestro dibujo, y así hijxs y parejas se ocuparon de hacernos bastidores, de salir a comprar nuestros materiales porque se convirtieron en mecenas y galeristas amateurs.

Y un día el mundo se detuvo por una pandemia pero nosotras descubrimos que el mundo más rico es el que tenemos dentro, ése que es infinito, el que no tiene límites posibles y que nos hace libres.

El mundo se detuvo…pero el Universo entero fue nuestro.